domingo, 20 de mayo de 2012

Stephen Jay Gould: un imprescindible


Yo, como muchas otras personas alrededor del mundo, no he realizado mi acercamiento a la ciencia leyendo de forma directa sus estudios y conclusiones, sino a través de sus divulgadores. Quizás por ésto sea obvio que una buena cantidad de las personas que admiro profundamente, hayan dedicado parte de su tiempo a esta compleja labor: llevar de manera adecuada a un público relativamente general los avances científicos, sus implicaciones sociales, y los debates que se presentan en el seno de la comunidad científica. Dentro de este grupo de personas hay algunos que son obvios: Carl Sagan, Isaac Asimov, Stephen Hawking y Richard Dawkins. Pero hay otro que al menos a mí se me antoja imprescindible: Stephen Jay Gould, cuya muerte sucedió hace exactamente 10 años.

Es cierto que goza de reconocimiento en Estados Unidos y algunos otros países, pero no sucede lo mismo en Colombia, y fueron Los Simpsons los que me hicieron notarlo.


¿Recuerdan este capítulo?

En una excavación en una pequeña montaña de Springfield encuentran el supuesto fósil de un ángel. La gran mayoría de la gente cree que éste prueba la existencia de los ángeles, a excepción de Lisa que piensa que debe ser un fraude. La comunidad crea un movimiento anticiencia argumentando que ésta "es una bocaza que te arruina la película contándote el final". Al final, un paleontólogo prueba que el ángel es un fraude ideado con motivos comerciales. Pues sí, ese paleontólogo era Stephen Jay Gould.

Gould fue un biólogo evolutivo, paleontólogo, divulgador de la ciencia, y según el historiador Ronald Numbers uno de los dos historiadores de la ciencia más influyentes del siglo XX, después de Thomas Kuhn. Fue además un escritor prolífico, dejando como resultado unos 479 documentos científicos (papers), 22 libros, 300 ensayos y 101 reseñas.

En el ámbito de la biología evolutiva es conocido como un gran admirador del trabajo de Charles Darwin, pero que no se encuentra alineado con los llamados neodarwinistas, con los que tuvo innumerables polémicas. Por ejemplo, Gould fue un ferviente crítico del gradualismo, del seleccionismo estricto, de la sociobiología y la psicología evolucionista, sosteniendo "belicosos" debates con algunos de sus principales defensores: Steven Pinker, Richard Dawkins, Edward O. Wilson, Daniel Dennet y John Maynard Smith.

Su crítica a la sociobiología se sustentaba en la ausencia de pruebas en su apoyo, así como en el énfasis en la no universalidad del programa adaptacionista (que supone todo cambio como adaptativo).Sin embargo, él no negaba la importancia de la biología en la naturaleza humana, simplemente puso el debate en términos de potencialidad vs  determinismo. Dijo, por ejemplo, que la flexibilidad del cerebro humano "nos permite ser agresivos o tranquilos, dominantes o sumisos, rencorosos o generosos [...] La violencia, el sexismo y la maldad generalizada son biológicos, ya que representan un subconjunto de un posible rango de comportamientos. Pero la paz, la igualdad y la bondad son igual de biológicos —y podríamos ver aumentada su influencia si podemos crear estructuras sociales que les permitan prosperar".

Además de sus libros divulgativos, escribió dos técnicos: Ontogenia y filogenia en 1978 - campo en el cual hizo importantes contribuciones - y La estructura de la teoría evolutiva en 2002 . Su aporte más significativo a la teoría evolutiva fue el realizado junto a su amigo Niles Eldredge: la teoría del equilibrio puntuado o saltacionismo. Dicha teoría dice que gran parte de los cambios evolutivos se dan de manera abrupta en un corto periodo de tiempo geológico, mientas que en la mayor parte del tiempo es ocupada por periodos de relativa estabilidad, contraria a la visión ultragradualista sostenida por algunos neodarwinistas (y siendo contrario también al mismo Darwin en este aspecto). Su trabajo empirico, por otra parte, fue llevado a cabo sobretodo con caracoles terrestres de los géneros Poecilozonites y Cerion.

Se opuso al "adaptacionismo panglossiano" argumentando que "la evolución era un resultado tanto de fuerzas selectivas como de fuerzas aleatorias y que las características podrían ser los subproductos físicos de la selección para otros rasgos".

 Otra de sus polémicas radicaba en su visión de la teoría de la evolución como jerárquica, que generaliza la biología evolutiva a otros individuos evolutivos tales como genes,  linajes celulares, grupos de organismos e incluso clados. Extendiendo así el dominio de la teoría evolutiva a las complejas interacciones de estos niveles.

Como paleontólogo dedicó parte de su tiempo al estudio de los fósiles del Cámbrico encontrados en una famosa localidad llamada Burgess Shale.  Señalando siempre la diferencia entre la unicidad de la historia (contingencia) y las leyes naturales, en fragmentos como:

Si Pikaia no sobrevive (…), somos barridos de la historia futura: todos nosotros, desde el tiburón al petirrojo y al orangután (…). Y así, si usted quiere formular la pregunta de todos los tiempos (¿por qué existen los seres humanos?), una parte principal de la respuesta (…) debe ser: «Porque Pikaia sobrevivió a la diezmación de Burgess Shale». Esta respuesta no menciona ni una sola ley de la naturaleza; no incorpora afirmación alguna sobre rutas evolutivas previsibles, ningún cálculo de probabilidades basado en reglas generales de anatomía o de ecología. La supervivencia de Pikaia fue una contingencia de la «simple historia». No creo que se pueda dar una respuesta «superior», y no puedo imaginar que ninguna resolución pueda ser más fascinante. Somos la progenie de la historia, y debemos establecer nuestros propios caminos en el más diverso e interesante de los universos concebibles: un universo indiferente a nuestro sufrimiento y que, por lo tanto, nos ofrece la máxima libertad para prosperar, o para fracasar, de la manera que nosotros mismos elijamos

Gould, con su prosa encantadora y sus referencias eruditas, trató de llevar al público general su visión de la teoría evolutiva, y de hecho, siempre defendió el valor de la popularización de la ciencia como una actividad necesaria,  que además podría ser llevada a cabo por un científico de primer nivel. Sus críticos frecuentemente usaron  su erudición como un ataque, haciéndolo ver como alguien que desplegaba con frecuencia su conocimiento como argumento de autoridad, para descrestar, como dirían algunos. Sin embargo, la lectura de sus trabajos demuestra que generalmente es una crítica sacada de contexto, ya que él era un pluralista, y se valía de muchos recursos comunicativos para hacerse comprender... y disfrutar. Y este pluralismo o diversidad, que es quizás el mayor mérito de su trabajo, no se ve sólo reflejado en la forma, sino en el contenido, escribiendo sobre decenas de temas, aunque principalmente sobre teoría evolutiva, historia social, filosofía y otros estudios sobre ciencia, zoología, comentarios sociales, paleoeontología, e incluso sobre algunos de sus hobbies como el cine, el beisbol y la música.  Richard Milner lo homejanearía así: 


I write of cladistics – And baseball statistics – From dodos and mandrills – To
friezes and spandrels. . . I write Essays thematical – Always grammatical –
Asteroids, sesamoids – Pestilence tragical – Ratites, stalactites – And home runs
DiMaggical. . . I write of Cranial capacity – Owen’s mendacity – Huxley’s
audacity – Galton’s urbanity – FitzRoy’s insanity – How Ernest Haeckel,
without an apology – Faked illustrations about embryology.


( Yo escribo de cladística- Y estadísticas de beisbol- Desde dodos y mandriles-Hasta
frisos y enjutas...Escribo ensayos temáticos- Siempre gramáticos- Asteroides, sesamoides- Pestilencia trágica- Ratites. estalactitas- Y DiMaggicales homeruns....Escribo de capacidad cranial- De la mendacidad de Owen- De la audacidad de Huxley- De la urbanidad de Galton- De la locura de Fitzroy- De como Ernest Haeckel, sin una disculpa- Falsificó ilustraciones sobre embriología.)


Una de las cosas que más me gustan de sus ensayos , es que tienen generalmente un componente histórico , lo que los hace bastante interesantes y enriquecedores. Tiene por ejemplo un ensayo sobre por qué de las nueve personas que asistieron al funeral de Karl Marx (no es un error tipográfico, hubo 9 personas en el funeral de Marx), una de ellas era el pupilo predilecto de Charles Darwin para el año 1883, Edwin Ray Lancaster, siendo éste alguien con ideas conservadoras. Otro de mis ensayos favoritos explica la serie de casualidades históricas que debieron ocurrir para que Darwin terminase abordando el Beagle en 1831. De sus 300 ensayos, 220, el 73% tenía un elemento histórico significativo. Todo ésto ayuda a soportar la afirmación de Ronald Numbers sobre la importante influencia que Gould ejerció en la historia de la ciencia.

Otro de los aspectos atrayentes de su estilo era su capacidad para explicar aspectos generales de un tema partiendo de particularidades, de minucias. Por eso podemos leer maravillosos ensayos sobre el pulgar del panda (que es además el título de uno de sus libros más famosos), sobre algunos de los extraños fósiles del cámbrico, o sobre las inútiles tetillas masculinas de nuestra especie.

Podría decirse que una de las cosas que estuvieron presentes en la mayoría de sus reflexiones era la relación entre ciencia y cultura, que para Gould eran inseparables (en el buen sentido del asunto, claro), y por eso dedicó miles de páginas a dilucidar y mostrar su opinión sobre la relación de la ciencia con otros aspectos culturales como la religión, el arte, la historia y las humanidades en general. A este respecto, opino que cometió dos aciertos y un error. En primer lugar, me gustaría subrayar que siempre defendió que los científicos, al ser seres humanos inmersos en la sociedad, tenían evidentemente inclinaciones ideológicas y de esta manera nunca ocultó su "izquierdismo de centro", de hecho fundó junto a Richard Lewontin el movimiento Ciencia para el Pueblo que inició como un colectivo de científicos en oposición a la ocupación de Vietnam y que posteriormente se vio imbuido en el debate frente a la sociobiología mal aplicada a los humanos (Gould fue muy claro respecto al éxito parcial de la sociobiología) y a la psicología evolucionista. Esta posición, lo ha hecho acreedor en varias ocasiones de la acusación de dejar inmiscuir sus preferencias políticas en el plano científico, a lo que Gould respondió, creo yo, magistralmente:

Crecí en una familia que participaba en campañas de justicia social y participé en el movimiento de derechos civiles siendo estudiante a comienzos de la década de 1960, un tiempo de gran emoción y muchos logros. Los eruditos se cuidan a menudo de citar esos compromisos. [Pero] es peligroso para un erudito imaginar que pueda alcanzarse una neutralidad perfecta, porque entonces uno deja de estar alerta sobre sus preferencias personales e influencias y entonces puede caer víctima de prejuicios. La objetividad se debe definir operacionalmente como el trato equitativo a los datos, no a la ausencia de preferencia.

En esta medida, Gould se opuso siempre a la opresión cultural, criticando en sus ensayos las deformaciones de la ciencia para alentar particularismos como el racismo y el sexismo. Siendo aún un estudiante, organizó manifestaciones periódicas contra un salón de baile que se negaba a admitir negros. También fue un defensor del uso de marihuana medicinal, asistiendo incluso en 1998 a un juicio como testigo en el caso de un consumidor y activista pro cannabis canadiense.

Gould tampoco observó ninguna relación excluyente entre ciencia y arte, poniendo como ejemplo a Vladimir Nabokov, que además de ser novelista fue también taxónomo de mariposas. En un ensayo titulado con una frase del escritor ruso: "No hay ciencia sin imaginación, no hay arte sin hechos", nos da su opinión sobre la relación entre estos dos temas, argumentando que ambas pueden convivir sin ningún problema en el mismo individuo y mostrándonos de nuevo su inmensa sensibilidad artística.

Por otra parte, fue siempre un firme crítico del creacionismo y del diseño inteligente, asistiendo al juicio de Arkansas en 1981 y defendiendo la separación entre iglesia y estado. Participando al inicio en debates con creacionistas y rechazando luego estas ofertas - en una carta conjunta con Richard Dawkins- al opinar que sus contrarios no buscaban ganar el debate con argumentos sino que simplemente querían aprovechar dicho espacios para obtener "el oxígeno de la respetabilidad". Una anécdota narrado por el filósofo de la ciencia italiano Telmo Pievani en su fantabuloso libro "Creación sin Dios" nos muestra el carácter crítico de Gould ante las supuestas "alternativas científicas" a la biología evolutiva:  Un grupo de científicos que dicen apoyar   el diseño inteligente firman una carta  y la envían a la asociación de ciencia más importante de Estados Unidos, la respuesta que recibieron fue otra carta firmada por muchos más científicos que además cumplían con dos condiciones: formación doc o postdoctoral en biología evolutiva y, como homenaje a Gould, todos se llamaban Stephen.

 Sin embargo en su libro Ciencia vs Religión Un falso conflicto, argumenta que la ciencia y la religión pertenecen a magisterios no superpuestos, es decir, a aspectos de la vida humana que no versan sobre las cosas del otro. Este libro mereció también las críticas de Dawkins, que en este caso comparto plenamente, ya que la visión de Gould pasa por alto el hecho de que muchas religiones están construidas sobre dogmas que versan sobre el mundo real y que por tanto la religión interviene en el supuesto ámbito ("magisterio") único de la ciencia.


Los invito entonces, sobretodo a los interesados en biología evolutiva y en historia de la ciencia, a conocer su obra. Siempre encontrarán apuntes divertidos, anécdotas históricas o seres curiosos que luego los ilustrarán sobre un concepto relativamente general. Su prosa es amigable, iluminadora, y abierta siempre a nuevas opiniones y maneras de ver las cosas. Yo, por mi parte, seguiré disfrutándolo.

9 comentarios:

  1. Excelente, poco conozco de Gould y creo que por ahora yo sería gradualista (aunque sé muy pero muy poco), pero algo que queda claro son los aportes hechos, la voluntad de divulgar y la defensa de los derechos. Una triste anécdota que contar es que cuando empecé a leer sobre biología (hace poco por eso me mantengo ignorante en muchos temas)es que pude leer creacionistas que citaban a Gould para desmontar la evolución cuando los debates que se daban eran por mecanismos, pero jamás se negó ni se refutó la evolución misma, eso muchos creacionistas no lo saben y citan así a Científicos para hacer proselitismo religiosos.

    Creo que él tal vez no divisó que la religión si puede meterse en la Ciencia e intentar cambiar los datos a su favor para ganar mérito y filtrar intereses, evidencia de ellos es la introducción misma del Diseño no tan inteligente.

    Una corrección: "empirico" empírico.

    Excelente artículo.

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  2. Gracias. Y sí, tiene usted razón, el mismo Gould tuvo que salir en varias ocasiones a desmentir las tergiversaciones que los creacionistas hacían de su trabajo. También de acuerdo con la última parte, en lo referente a la relación ciencia-religión estoy de acuerdo con la crítica de Dawkins. Saludos.

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  3. Me gusto mucho el articulo, a veces me asombra con los conocimientos q se pueden adquirir y todas las curiosidades que genera al leer cualquier texto de Gould; yo lo conoci gracias a una conversacion hace mucho q tuvimos en la biblioteca y nos encarretamos con el libro de "brontosaurios y la nalga del ministro" de la coleccion de "Drakontos", y es fascinante leer cada parte de estos textos por que transportan la mente a muchos momentos no solo biologicos sino historicos culturalmente, ademas de mencionar que cuando uno a penas esta entrando en este campo de la evolucion genera muchas dudas acerca de lo q uno venia pensando y creyendo sobre lo q "moralmente" hemos seguidi ciegamente, es un gran mentor... Un abrazo y creo q seguire mucho mas del profesor, como de vos ed un gran abrazo!!!

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  4. Me ha encantado tu monografia sobre este pensador. Felicidades pro tu bnlog y sigue asi.

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  5. Muchas gracias por tomarse el tiempo de leer y comentar. ¡Qué bueno que le haya gustado!

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  6. Me encanta... No hace falta refutar la evolución, ellos mismos lo hacen, primero no ocurren cambios así que todos los cambios ocurren de golpe, con un terremoto genético queda arreglado el problema del registro fosil, equilibrio puntuado: un pollito que sale de un huevo de salamandra. Ese es el roll de los biologos evolutivos (biologo evolutivo del termino: biologia con prejuicios idelogicos y metodicos previos) o compromiso previo con el materialismo como dijo Lewontin, No podemos permitir un pie divino en la puerta, todo es materia y atomos todo se explica con ciencia a la mierda con el argumento teleologico! nada de holismo afilando siempre la navaja de occam con la piedra del reduccionismo...

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  7. Stephen J. Gould es simplemente maravilloso.

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  8. ¡Qué buen post Edwin!
    Hablando de divulgación podemos planear hacen un ciclo del "hall de la fama de la biología evolutiva" rescatando los principales aportes de gente como Gould, Mayr, Dawkins, etc.

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    1. Me parece una excelente idea Henry, podríamos hablarlo con los demás muchachos de Colevol.

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